¿Estamos en recesión?

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Un amigo que estudia comunicación me pidió que responda tres preguntas para su clase de análisis de coyuntura. Sus cuestionamientos sobre la caída del precio del crudo y la actual crisis son parte de la conversación diaria de los ecuatorianos. Es por ello que decido publicar mis respuestas.

¿Cuáles son las consecuencias que ha traído a la economía ecuatoriana la caída del precio del barril de petróleo?

El ingreso por venta de petróleo ha representado en 9 años un promedio del 31% del total del ingreso estatal. Entre enero y octubre del 2015 este valor representó 20%, cuando se contabilice todo el año estimo que este valor estará entre un 14% y 17%. Si bien la baja es considerable en teoría no debería representar un efecto muy negativo para una economía poco dependiente de gasto estatal. Sin embargo, en un país como el Ecuador dicha situación conlleva los siguientes problemas para el modelo económico actual.

Los altos precios han servido como una garantía para los acreedores del Estado ecuatoriano, quienes en estos 9 años han prestado al Ecuador cerca de $20 mil millones. Dicho incremento es el más grande en la historia de nuestra deuda externa.  El flujo proveniente de deuda generó una sensación de bienestar económico en el país, magnificado por la propaganda del gobierno sobre el “milagro ecuatoriano”. Lastimosamente –y también remitiéndonos a la historia- esa clase de milagros difícilmente logran durar más de un quinquenio. Es así que, hoy por hoy, un mayor milagro sería si es que el gobierno logra conseguir algún préstamo en condiciones convenientes para el país.

En vista de que todo lo recaudado por tributos no ha alcanzado para cubrir el gasto corriente, el gasto de inversión se verá profundamente mermado ya que se financia exclusivamente con ingresos de deuda y petróleo. En este escenario el gobierno necesariamente tendrá que aumentar impuestos o vender proyectos estatales; conclusión que se basa en el hecho de que  el gobierno ha sido claro al afirmar que no va a reducir el gasto corriente, así no se logre financiar déficit fiscal.

¿Qué tipo de acontecimientos (sociales, políticos, económicos) se han suscitado a partir de la caída del precio del barril de petróleo?

En el Ecuador de hoy el Estado es el motor de la economía. Lamentablemente la economía ya no está basada en la producción, innovación y emprendimiento de los ciudadanos. En vista que los ingresos petroleros han caído y, como consecuencia,  el ingreso de nueva deuda, vemos que el gobierno tiene serias tribulaciones para pagar a sus proveedores. Asimismo observamos que los depósitos en la banca han caído por el menor flujo de divisas del petróleo.  Por ello vemos menor otorgamiento de créditos al sector generador de empleo y una significativa reducción de empleo.

En lo social y político comenzamos a observar el declive del modelo extractivista de recursos naturales. Considero que crece el número de ciudadanos que empiezan a analizar la idea que los políticos abusan de su poder cuando el petróleo es alto porque tienen los recursos para comprar su popularidad. No es la primera vez que estamos en una situación como la actual, en los 80’s y 90’s ya tuvimos la resaca de la fiesta del boom petrolero, al parecer no aprendemos de los errores.

¿Qué panorama se observa en la economía ecuatoriana y cuál es el momento actual en que nos encontramos?

Un artículo de 1974 de Julius Shiskin en el New York explicó lo que es una recesión económica. Dicho escrito indica que ciertos valores en algunos indicadores deben cumplirse para clasificar a una etapa económica como una recesión. Solo uno de estos indicadores (dos trimestres consecutivos con decrecimiento del PIB real) es lo generalmente aceptado para definir una recesión. Bajo esa premisa el Ecuador no se encuentra en recesión, si bien tenemos desaceleración aun no decrecemos.

No obstante, Shiskin también argumento que un alza del 1.5% de desempleo en el sector no agrario es una característica de una recesión. Acorde a esta definición se podría decir que cumplimos una característica de recesión ya que en septiembre 2014 la tasa de pleno empleo era de 47.78%, mientras que septiembre 2015 era de 46%.  Pero, aparte de estas precisiones matemáticas, cualquier gobierno que en condiciones de bonanza no haya logrado proveer un trabajo digno a por lo menos la mitad de los trabajadores, es un gobierno que ha fracasado.

 

 

 

 

 

Ecuador en el 2021 y las reformas a la constitución

 

1984

Es el 2021, el caudillo ha vuelto a ganar la presidencia con menos del 50% del apoyo de la población porque no se toman en cuentan los votos nulos y los votos en blanco.

El Ecuador cambió, la comunicación ya es un servicio público, lo cual significa que solo puede ser controlado por el Estado (Reforma al art. 384). ¿Y quién controla al Estado? El caudillo, quién ahora sí será severo con los comunicadores que critiquen su ardua labor.

En los reducidos espacios de debate que existen hay unos pocos pelagatos que creen en otro modelo. Pero el caudillo no es torpe y ha previsto que existirán rebeldes. Es por ello que les ha quitado la posibilidad constitucional de hacer una consulta popular sobre temas trascendentales (Reforma al art. 104).

Los pocos pelagatos que siguen dando pelea van a la calle que es el único lugar que les queda.  Lo que no saben es que ahora la calle tiene nuevos guardianes que visten de colores que se confunden con la flora de la selva y tienen la artillería para destruir a cualquier ejército extranjero (Reforma al art. 158). A ellos nadie los intimida y pueden mantener a la calle libre de desestabilizadores del nuevo orden social. Además, los nuevos guardianes consideran que está en sus mejores intereses ser aliados del caudillo ya que la administración del dinero para su jubilación ya no está más bajo su control sino en manos de la gente de confianza del caudillo. Reforma al art. 370 y al 372

La minoría se cansó, acepta que jamás será escuchada y comprende que debe limitarse a su ciudad. Pero para su sorpresa, aspectos vitales como la educación y la salud ya no pueden fomentarse desde el gobierno de su ciudad sin la aprobación del centralismo (Reformas al art. 261 y al 264). Para que la alcaldía pueda construir un nuevo hospital se debe poner un cartel 30mX30m al frente de la nueva casa de salud que diga: “La revolución financia esta obra”.

Por ahí queda una persona que considera que el costo de construcción del nuevo hospital fue elevado. A diferencia de lo que dice el cartel, él piensa que no fue la revolución del caudillo la que construyó esa edificación, sino el dinero de todos. Por ello pide un informe a Contraloría sobre el nuevo hospital pero se entera que esa institución ya no controla el gasto estatal (Reforma al art. 211 y al 212). No le queda otra que quedar satisfecho por su nuevo hospital independientemente de su costo para los ecuatorianos.

Llega el 2025 y hay nuevas elecciones. Para entonces el caudillo ya tiene a todos los alcaldes en su bolsillo, la comunicación, los soldados, el control del dinero estatal, la justicia y ha mermado a la oposición. El caudillo vuelve a ganar elección tras elección sin límite alguno y sin tiempo definido.  Reforma al art. 114 y al 144