Ecuador en el 2021 y las reformas a la constitución

 

1984

Es el 2021, el caudillo ha vuelto a ganar la presidencia con menos del 50% del apoyo de la población porque no se toman en cuentan los votos nulos y los votos en blanco.

El Ecuador cambió, la comunicación ya es un servicio público, lo cual significa que solo puede ser controlado por el Estado (Reforma al art. 384). ¿Y quién controla al Estado? El caudillo, quién ahora sí será severo con los comunicadores que critiquen su ardua labor.

En los reducidos espacios de debate que existen hay unos pocos pelagatos que creen en otro modelo. Pero el caudillo no es torpe y ha previsto que existirán rebeldes. Es por ello que les ha quitado la posibilidad constitucional de hacer una consulta popular sobre temas trascendentales (Reforma al art. 104).

Los pocos pelagatos que siguen dando pelea van a la calle que es el único lugar que les queda.  Lo que no saben es que ahora la calle tiene nuevos guardianes que visten de colores que se confunden con la flora de la selva y tienen la artillería para destruir a cualquier ejército extranjero (Reforma al art. 158). A ellos nadie los intimida y pueden mantener a la calle libre de desestabilizadores del nuevo orden social. Además, los nuevos guardianes consideran que está en sus mejores intereses ser aliados del caudillo ya que la administración del dinero para su jubilación ya no está más bajo su control sino en manos de la gente de confianza del caudillo. Reforma al art. 370 y al 372

La minoría se cansó, acepta que jamás será escuchada y comprende que debe limitarse a su ciudad. Pero para su sorpresa, aspectos vitales como la educación y la salud ya no pueden fomentarse desde el gobierno de su ciudad sin la aprobación del centralismo (Reformas al art. 261 y al 264). Para que la alcaldía pueda construir un nuevo hospital se debe poner un cartel 30mX30m al frente de la nueva casa de salud que diga: “La revolución financia esta obra”.

Por ahí queda una persona que considera que el costo de construcción del nuevo hospital fue elevado. A diferencia de lo que dice el cartel, él piensa que no fue la revolución del caudillo la que construyó esa edificación, sino el dinero de todos. Por ello pide un informe a Contraloría sobre el nuevo hospital pero se entera que esa institución ya no controla el gasto estatal (Reforma al art. 211 y al 212). No le queda otra que quedar satisfecho por su nuevo hospital independientemente de su costo para los ecuatorianos.

Llega el 2025 y hay nuevas elecciones. Para entonces el caudillo ya tiene a todos los alcaldes en su bolsillo, la comunicación, los soldados, el control del dinero estatal, la justicia y ha mermado a la oposición. El caudillo vuelve a ganar elección tras elección sin límite alguno y sin tiempo definido.  Reforma al art. 114 y al 144